En el marco de las celebraciones de Halloween, el Metro de Madrid prepara una experiencia inolvidable para todos aquellos que se atrevan a vivir un día de terror. La antigua estación de Chamberí, cerrada al público desde 1966, se convertirá en El Andén de los Muertos, un espacio donde la ficción y la realidad se unirán para transportar a los visitantes a un mundo de terror y suspense. Durante los días de Halloween, esta estación abandonada se transformará en un escenario donde los visitantes podrán disfrutar de una experiencia de miedo controlado, rodeados de efectos especiales y decorados que harán que la experiencia sea aún más inmersiva. Y lo mejor de todo es que la entrada es gratuita, previa reserva, por lo que no hay excusa para no vivir esta experiencia única.
La estación fantasma de Chamberí se convierte en 'El Andén de los Muertos' para celebrar Halloween
La Comunidad de Madrid celebra Halloween de manera terrorífica al convertir la antigua estación de Metro de Chamberí, conocida como la estación fantasma, en 'El Andén de los Muertos'. Desde el 25 de octubre y hasta el próximo día 3 de noviembre, este espacio museístico del suburbano acogerá obras de microteatro interactivo donde personajes terroríficos acompañarán al público en un viaje hacia las profundidades de esta «estación de muerte».
Las visitas se realizarán en varios pases con una duración aproximada de 40 minutos. Los días 25, 26, 27, 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre las visitas serán teatralizadas. El día 3 de noviembre las visitas se realizarán con la estación decorada, pero no serán teatralizadas. Para poder asistir, se ha habilitado un enlace donde los interesados pudieron solicitar su plaza de manera gratuita.
Un viaje al pasado
Entrar la estación de Chamberí es volver al Madrid de los años 50 y 60 tan solo bajando unos escalones. Pertenecía a la primera línea inaugurada en la capital en 1919 (L1), que contaba con ocho paradas: Cuatro Caminos, Ríos Rosas, Martínez Campos (Iglesia), Chamberí, Bilbao, Tribunal, Gran Vía y Sol. Este es uno de los espacios museísticos de Metro más visitados de toda la red. A principios de los 60, la Compañía Metropolitana decidió aumentar la longitud de los trenes y ante la imposibilidad de alargar esta parada, la clausuró. El cierre definitivo tuvo lugar el 22 de mayo de 1966.
El diseñador Antonio Palacios optó por una solución funcional muy simple en cuanto a recorridos y organización, y por unos acabados sencillos. Incorporó la luz natural mediante un lucernario en el vestíbulo. Para el interior eligió un recubrimiento cerámico con juegos ornamentales. La bóveda de la estación va recubierta de azulejo blanco biselado y sus estribos estaban decorados por grandes recuadros de azulejos sevillanos que limitan el contorno de los carteles anunciadores, también de cerámica, en encintado ocre y azul. Estos carteles publicitarios son uno de los grandes atractivos de este espacio, ya que se conservan prácticamente tal y como fueron creados en la década de los 20.
Restaurada y abierta como museo en 2008, forma parte del proyecto Andén Cero, nombre que recibe el conjunto de los museos suburbanos, con los que se quiere sumergir al visitante en la historia de este medio de transporte revolucionario para la ciudad de Madrid.
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