En el inicio del curso escolar 2022-2023, una situación preocupante se presenta en la Comunidad de Madrid. Según denuncia la Comisión Obrera Nacional de Educación del CCOO, más de 50.000 estudiantes comienzan sus clases en colegios que aún presentan obras pendientes. Esta situación pone en riesgo la seguridad y el bienestar de los estudiantes, así como la calidad de la educación que se imparte en estos centros. La inacción del gobierno regional y local para solucionar este problema ha llevado a la comunidad educativa a cuestionar la gestión de los recursos públicos destinados a la educación. A continuación, se analizará esta situación y se explorarán las posibles consecuencias para los estudiantes y la comunidad educativa en general.
- Desigualdad en la educación pública en Madrid: obras inconclusas afectan a más de 50.000 estudiantes en el primer día de clase
- La Dirección Territorial de Capital, la más afectada
- Las otras Direcciones Territoriales también enfrentan problemas
- Falta de planificación por parte de la Consejería de Educación
Desigualdad en la educación pública en Madrid: obras inconclusas afectan a más de 50.000 estudiantes en el primer día de clase
Un estudio de la Federación de Enseñanza de CCOO de Madrid revela que más de 50.000 estudiantes comienzan el curso en colegios con obras pendientes, lo que genera una desigualdad en la educación pública en la región.
La situación es crítica en 73 centros educativos, donde las obras pendientes se han dado por finalizadas en los primeros días de septiembre, aunque hayan tenido impacto en la preparación de clases para la llegada del alumnado.
En todos los casos hay que señalar que este retraso incide en la preparación del inicio de curso y en las condiciones en las que han desarrollado los equipos directivos, docentes y personal educativo las actividades necesarias para el primer día de clase, denuncia Isabel Galvín, secretaria general de la Federación de Enseñanza de CCOO de Madrid.
En una mayoría de estos centros, el alumnado se desenvolverá en espacios con obras, añade Galvín. Esta situación generará una ralentización en el proceso educativo, provocando incomodidades, tanto para el alumnado, como para los docentes y personal educativo, además de incrementar el riesgo, ya que la seguridad y el bienestar pueden estar condicionados.
La Dirección Territorial de Capital, la más afectada
Las incidencias recogidas y documentadas centro por centro por parte del sindicato, delatan una alta concentración en la Dirección Territorial de Capital, siendo la más afectada con 32 centros que inician el curso con obras sin terminar.
Entre ellos, el CPEE de Vallecas se encuentra en una situación especialmente grave, ya que las obras fueron adjudicadas el 14 de agosto para empezar a realizarse el 21 del mismo mes, es decir, apenas dos semanas antes del comienzo del curso escolar.
El estado de las instalaciones es crítico: colocan un vinilo, pintan paredes y barras de los pasillos de la planta baja. Actualmente el porche del patio está siendo cubierto con cemento poroso, se está acorchando el suelo de la zona de columpios, y se está adecuando la rampa de acceso al patio de los columpios al desnivel y transformando un cuarto de baño en aula.
Además, las obras impiden el acceso a siete aulas y dos salas de fisioterapia. El comedor no puede atender al alumnado al menos hasta el 12 de septiembre, fecha en la que se tiene prevista la finalización de las obras. La empresa ha pedido una prórroga para poder terminar la obra más tarde.
Las otras Direcciones Territoriales también enfrentan problemas
Las otras direcciones, como Norte, Sur, Este y Oeste, también enfrentaron problemas derivados de las construcciones inconclusas, aunque en menor medida.
Esta desigualdad en la ejecución de las obras ha generado una afectación más marcada en la capital, lo que exige analizar la redistribución equitativa de los recursos y una planificación más estratégica en futuras infraestructuras, denuncia Galvín.
Estas demoras en las infraestructuras tienen claras consecuencias en la calidad educativa por la reducción, incluso la inexistencia de espacios necesarios para desarrollar la actividad educativa, añade Galvín. Esto afecta a la planificación curricular, las actividades docentes, la logística diaria, y el bienestar del alumnado.
Falta de planificación por parte de la Consejería de Educación
Según el estudio de CCOO, más de 50.000 alumnos se verán afectados por esta situación en este curso con condiciones de infraestructura incompleta, lo que compromete la calidad de la educación pública en Madrid, además de deteriorar la imagen y suponer un obstáculo más para el alumnado cuyas familias han elegido educación pública, ya que la incertidumbre de que las obras están terminadas o no, y de que si finalmente el centro esté en condiciones, hace que las familias desistan de su decisión y busquen otra alternativa.
Los retrasos ponen de manifiesto una falla en la planificación y ejecución de las obras. Desde luego que no se ha sido capaz de cumplir con los plazos previstos. Pero además, no hay decisión política por atender a los centros públicos como es necesario y no se invierte lo necesario, ya que las cantidades se muestran como absolutamente insuficientes, denuncia Galvín.
El estudio muestra que no es una situación excepcional de este curso. Recoge la evolución 2009 a 2022 y los últimos datos de presupuesto ejecutado del gasto público educativo en educación no universitaria: el total, la parte destinada a conciertos y subvenciones y la dedicada a inversiones.
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