Madrid logra un gran éxito en la conservación: se crían por primera vez dos ejemplares de cerceta pardilla, especie de pato en grave peligro de extinción
En un hitórico logro para la conservación, la ciudad de Madrid se coloca a la vanguardia en la protección de la biodiversidad. Por primera vez, dos ejemplares de cerceta pardilla, una especie de pato que se encuentra en grave peligro de extinción, han sido criados con éxito en la capital española. Este gran éxito es el resultado del esfuerzo y dedicación de los expertos y profesionales que trabajan en la conservación de la fauna silvestre. La cría de estos ejemplares es un paso clave para la supervivencia de esta especie y un ejemplo a seguir en la lucha contra la extinción de las especies.
Madrid alcanza un hito en la conservación: dos ejemplares de cerceta pardilla, pato en peligro crítico de extinción, nacen en la capital española
La Comunidad de Madrid ha logrado un gran éxito en la conservación de la naturaleza al criar por primera vez dos ejemplares de cerceta pardilla, una especie de pato que se encuentra en peligro crítico de extinción según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, a través de la Dirección General de Biodiversidad y Gestión Forestal, ha conseguido la reproducción de esta ave por primera vez en la región. Después de cinco meses de ingreso en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS), donde se ha llevado a cabo su incubación y desarrollo íntegro, y una vez completado su crecimiento, han sido liberados en la finca El Porcal del Parque Regional del Sureste, junto a otros 20 ejemplares más, procedentes de La Granja de El Saler, perteneciente al Gobierno de la Comunidad Valenciana.
En mayo de este año se localizó la presencia de dos huevos en las inmediaciones de uno de los recintos de aclimatación. Presentaban un elevado riesgo de caída al encontrarse en una zona elevada, sin nido construido, por lo que los técnicos de campo decidieron retirarlos y trasladarlos al CRAS.
Tras pasar el examen morfológico que confirmó que se trataba de cerceta pardilla, se procedió a su incubación con los parámetros apropiados. Su nacimiento se produjo pasados 23-24 días, necesitando de la asistencia del equipo de veterinarios especialista en cuidados neonatales.
Desde marzo de 2023, el Ejecutivo autonómico ha reintroducido en el medio natural unas 80 unidades de esta especie en cuatro sueltas distintas. Estos ejemplares portan un emisor GPS para su seguimiento, lo que permite monitorizar su dispersión, localizar zonas de descanso o cría e identificar amenazas o causas de muerte.
Además, un tercio de ellos portarán un emisor con Sistema de Posicionamiento Global (GPS), que facilita aún más su rastreo y proporciona gran cantidad de datos como los desplazamientos diarios, posibles emplazamientos de dormideros y nidos, o el estado de salud. Este alcance sirve también para realizar un contacto visual con las cercetas liberadas, que permite valorar su estado de salud y los comportamientos sociales que desarrollan entre ellas.
Las principales amenazas de este tipo de pato son la degradación del hábitat por mala gestión del agua, la caza ilegal, la intoxicación por plomo, las enfermedades asociadas a la mala calidad del agua y la presencia de especies exóticas invasoras.
Estas aves se encuentran mayoritariamente en las marismas del Guadalquivir andaluzas y en las Lagunas de El Hondo de la Comunidad Valenciana. Debido a su deficiente estado de conservación han surgido varios programas de conservación y recuperación, siendo su mayor exponente el programa LIFE Cerceta pardilla, que cuenta con fondos europeos.
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